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lirva_atrebor

Quiero que llueva

Un encuentro de pronto puede cambiar la tranquilidad de tu vida, se asemeja a una caída severa que te hace llegar al hospital. La verdad es que me siento derrotada. Soy una prostituta que ha perdido la clientela, una sucia flor que trata de regresar a su jardín. Y hablo de eso porque he concluido que no es esa cara a la que esperamos volver a ver ni los ojos de gato delirante que intento encontrar cada día que despierto melancólica, ni las neblinas que nos perturban en las mañanas de invierno, es un estúpido amor, un asesino amor que maquila todo el tiempo con destruirnos. No soporto esa soledad, la soledad del amante, la ausencia de dos bocas, los cíclopes. He dejado de luchar y no busco más batallas. Sería tan fácil abrir las piernas a cualquiera y mirar al cielo como se deja caer. Los fluidos son tan hipócritas que me siento sucia cada vez que me tocan, no por ellos sino por mí. Las manos no son las mismas, los olores me ciegan y me atosigan, los cuerpos son ajenos y distantes. El orgasmo no es lo mismo sin ti, esos gritos, esa piel. Lo más puro que queda es ese entre líneas, esa mentira que has creído, lo barato, lo desmedido, lo infame. Te he ganado; te crees más listo que yo, crees que un adiós iba a detenerte, eres estúpido. La historia me la reservo, nadie puede o más bien nadie aguantaría saberla. Insectos morbosos y vacíos que pretenden escarban en mi sexo. Las putas no solemos besar en la boca, puede resultar peligroso y traicionero. Me respondo que te has ido, aquel hombre gris se ha marchado, sólo queda la sensación de placer que causaba, ahora eres tú, sí, tú, jamás lo descubrirás, jamás serás mío como quieres ser de otras, como eres de todas aquellas. Nunca vendrás a mi cama ni a mis pechos, nunca encenderás la lamparita del buró y no accederás a mis caprichos; no joderas a la luciérnagas intentando atraparlas todas para mi ni ensuciaras la almohada con saliva somnolienta que lameré mientras duermes. Espeluznante bailarín de madrugadas, de charlas ficticias e hipócritas, no volverás a sentirme como hoy, carcelero de mis desprecios y mis angustias, encierras cada emoción en el aire y la rescatas para mí.
Tengo que dormir, supongo mañana seguiré soñando junto a ti y quizá llueva.
Puede ser un sueño...
nulledairotsiheverbalegroj.

1 comentario

René López -

Y a mi que me gusta tanto la lluvia...